La manzanilla es una planta medicinal milenaria, tan atrás en el tiempo como en el antiguo Egipto.
Tradicionalmente es una de las infusiones que no suelen faltar en las casas, dada su versatilidad de usos como planta medicinal.

La variedad comercial es la más dulce. Aparte existe la conocida como “manzanilla romana”, de sabor ligeramente amargo y menos popular por ese motivo.
Usos comunes de la manzanilla
Problemas digestivos. Cuando hay indigestión, molestias digestivas, gases, cólico. Una infusión de manzanilla caliente alivia los síntomas.
Aclarado del cabello. Sobre todos en niños con cabello castaño claro, se vuelve más rubio con el aclarado de una infusión de manzanilla concentrada (una vez fría). Se añade como ingrediente a champús por la misma razón.
Insomnio y ansiedad. Antes de dormir, se prepara con 2 o 3 sobres de manzanilla comerciales o una cucharada sopera de manzanilla a granel, en una taza de agua caliente. Induce el sueño y calma los nervios.
Cicatrización de heridas. La manzanilla ya preparada y fría, aplicada con una gasa de algodón sobre heridas, favorece la rápida cicatrización , además de tener efecto antiséptico.
Antiinflamatorio y analgésico. Una infusión concentrada de manzanilla, alivia dolores musculares y articulares, sin efectos secundarios.
Conjuntivitis y ojeras. Colocar discos de algodón o gasa empapados de manzanilla encima de los ojos, proporciona gran alivio, gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
Conclusiones
Definitivamente, la manzanilla es una de las plantas medicinales que no deben faltar en tu casa.
La unica precaución que existe es que puedas tener alergia a la familia de las asteráceas, a la que pertenece la manzanilla.
Si notas síntomas como picores o malestar digestivo al tomar manzanilla, mejor busca una alternativa.
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